21 de mayo de 2008

El tratamiento de las ideas (II)

Otro aporte sobre el tema de los disparadores y el tratamiento de las ideas. En este caso, se trata de la novela Plop, premio Casa de las Américas en 2002 (editada en la Argentina por Interzona, 2004), del argentino Rafael Pinedo. Se trata de una descarnada historia de supervivencia, ambientada en un futuro post apocalíptico.

Entrevistado para la revista Axxón, en Marzo de 2004, Pinedo hablaba de las imágenes que habían generado la novela y del mundo despiadado en que la ambienta.


—¿Cuándo y por qué surgió Plop?
—La novela surge de un par de imágenes que me aparecieron y se combinaron: la de una persona que está en el fondo de un pozo (el primer título era Desde el fondo) y ve como lo van tapando de tierra, y la de una mujer que pare un hijo caminando. Para darles coherencia tuve que armar todo un mundo. No tengo idea por qué. El primer texto es de septiembre de 1997. Cuando la novela ganó el premio, en enero de 2002, la estaba por reescribir completa.

—¿Por qué es tan descarnada? ¿Fue premeditado o te condicionaba el ambiente?

—Las imágenes generatrices eran descarnadas: una realidad en la que una mujer puede parir caminando no da para situaciones agradables. El resto fue surgiendo a partir de la intención de generar una sociedad coherente, para lo que tuve que leer bastantes libros de antropología (básicamente Malinovsky).

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